jueves, 23 de julio de 2009

En Venezuela hay pena de muerte...


Bueno... casi.

La situación de las cárceles venezolanas es dantesca. Cada año son asesinados en las cárceles más de 500 personas (más de 2% de la población penal), así que si una persona tiene que pasar 15 años en una cárcel, la probabilidad de que muera en ella es de casi 50%.

Lo que si es 100% seguro es que no podrá terminar su condena sin que termine gravemente herido, enfermo o violado.

¿Qué dice nuestra constitución? Aparte del artículo que publiqué ayer sobre el derecho a la vida, también tenemos este artículo:

Artículo 46. Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral, en consecuencia:

  1. Ninguna persona puede ser sometida a penas, torturas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Toda víctima de tortura o trato cruel, inhumano o degradante practicado o tolerado por parte de agentes del Estado, tiene derecho a la rehabilitación.

  2. Toda persona privada de libertad será tratada con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano.

Algunas comparaciones. Mientras en Venezuela, la tasa de mortalidad en prisiones es 21 veces mayor que la tasa en las cárceles colombianas. Cada año hay más muertos en las cárceles venezolanas que las que hay en las cárceles de todos los demás países de América Latina JUNTOS.

Como publiqué en el artículo previo, Venezuela es posiblemente el país más violento del mundo en este mundo (compite el 1er lugar con Irak) y aun así, la probabilidad de morir en una cárcel venezolana es 44 veces mayor que en las calles del país.


En Venezuela hay unas 30 cárceles que albergan casi 24 mil presos, más de la mitad son procesados aún esperando condena (#RetardoProcesal).

El año pasado, los presos protestaron 132 veces con actos como huelgas de hambre, "bocas cosidas" o auto-secuestros.

En requisas se incautaron más de 2 mil armas, incluyendo pistolas, granadas y hasta subametralladoras. Se estima que un 70% de las armas de fuego que ingresan a los penales son introducidas por los funcionarios de la Guardia Nacional que hacen la custodia.

Sin duda, las cárceles han sido uno de los más grandes fracasos de la democracia venezolana, pero en el caso del gobierno bolivariano, la palabra fracaso le queda demasiado pequeña. Los miles de muertos sumados en esta década así lo pregonan.

Luces de esperanza:

Dentro de tanta oscuridad, algunas pequeñas luces se muestran el horizonte. Por ejemplo, iniciativas privadas como el Proyecto Alcatraz. Ojalá se multipliquen por mil.

Y aunque parezca increible, de las cárceles también sale teatro, pintura o poemas como este:

El pasillo en silencio

En el tétrico pasillo
oscuro como la noche
profundo como un abismo
cercano como la muerte
danza un lamento en silencio.
Con su amada pesadilla
Mientras la voz de un fantasma
Se escucha como un suspiro
Yo veo mil ojos abiertos como queriendo dar vida
A los cadáveres yertos
Y me pregunto asustado con el miedo entre los huesos
Si es que no existen campanas
Para despertar conciencias
Pobres aquellos que viven
Pobres los que están muertos
Estos que por estar ciegos
No ven la muerte danzando
En este pasillo tétrico
Pobre sociedad enferma, pobre pueblo, pobre pueblo,
Como te vendes los ojos
Para no verte tu mismo con una mortaja oscura
En este pasillo tétrico
Es un pasillo de cárcel es un pasillo de muertos
Es un pasillo en silencio
Es un silencio en silencio.

Otilio Álvarez
Preso en Venezuela


O llega la religión...




Algunos sitios Web interesantes que te recomiendo revises:



Y también puedes seguir en Twitter a la iniciativa "Una ventana a la libertad" con el usuario @ventanalibertad


"No debe juzgarse a una nación por la manera en que trata a sus ciudadanos más ilustres, sino por el dispensado a los más marginados: sus presos" Nelson Mandela


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