Desde las elecciones regionales del 2008, el máximo líder de la revolución dio instrucciones de entorpecer al máximo la labor de los alcaldes y gobernadores de oposición.
El ataque ha sido despiadado: hospitales y ambulatorios, puertos y aeropuertos, peajes y vías expresas; cuando no estúpido como el impedir el uso de plazas y parques.
Como es de esperar, al centralizar las competencias en burocracias alejadas de las autoridades locales, comienza el deterioro en estos servicios. Un caso patético comienza a verse en las autopistas del estado Carabobo.
Hace semanas se hizo la transferencia obligada y ¿qué se puede ver hoy?: Ausencia absoluta de patrullaje, de gruas, se suspendieron los planes de bacheo (y los cráteres crecen a velocidad alarmante, particularmente en la vía Pto. Cabello - Valencia).
Este último reportaje fue realizado por Lexander Loaiza del Ultimas Noticias y como era de esperar, en su búsqueda de contrarrestar información con fuentes oficiales, lo único que consiguió que lo "ruletearan" y le negaran información oportuna. Nada extraño por supuesto en un país con uno de los gobiernos menos transparentes del mundo.
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